viernes, 23 de diciembre de 2011

Prometeo


Untitled by Aivre


Mi amor por ti es una poesía enredada, increíble: siniestra
Nunca sé y nunca soy en tus sentimientos
y tú nunca te emparedas entre la agonía y el calor del caldero
Cuánto más te asfixio más te crecen las garras, más me azoras
Me estás dejando sin rastros del lodo que es mi piel ajada
y queda muy lejos lo que de ti y lo que de mí
lo que de este amor de sangre
Mi amor por ti es todo un jardín de cardos
en tu corazón y mi corazón han anidado las alimañas del desencuentro
todo el tiempo en ese jardín me pierdo
tú vuelas, eres ave que devora el tiempo
y yo, humo negro y poesía sucia
la sedienta cara de un paraíso en sequía
Avecínate, ave, con la misma osadía con que degollaste la rosa
Ahora mismo cuando eres, entre las bestias
quien tiene derecho a devorarme
aquí espero
Cual Prometeo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Cuervo o las hambres al polvo


Raven by Shapovalov


Hedonista del sacrificio y la tormenta de fuegos. Ilíada de deseos maleducados, señor placentero, rapaz gruñón y atormentado mientras te abrasas por el viento solano. Diez candelas o la diáspora maldita cuando odias ser parte de una parvada irrealizada, todo el tiempo en la búsqueda del diablo, quien es tu padre, y nunca en el obstáculo de la muerte, sino de la vida, porque sujeto del suelo, tus besos partieron como cáscara de viejo, a la tumba perpetua de los insatisfechos innominados. Y no por tu parte te surge el alivio sino las trampas, infausto de tu descendencia al error del manzano juicioso. Tu cara y tu cruz aún siguen rasgándose de vergüenza, expresándose indecentes, son tus pecados por la envidia salada los que se repiten sin descanso, tardíos o atenidos al periodo, te respiran tiranos, luego deseosos te sujetan por el brazo al picacho vicioso donde un dementado Prometeo. Hacia el paraíso gritas dame, y Don Tibio te empala. ¿Por qué dislocas tus tiempos sorbiendo del lodo? Cuando miras los omoplatos de Dios encrespado, eres el candor intrincado de los lobos y las plagas, y te gustas de golfo y servil pervertidor en Gea. Con tu gusto por encontrar pasillos negros y fingir allí la orgía del desvío a los inflamados de la familia, tirano u ocioso siempre consigues el centavo que figura a un río estancado para hacer temblar a Heráclito. No te atas a los gritos azuzados, perro alado, cuervo lampo, ya no sufres por tu propio veneno. Es que de muerto al destete de las pasiones desvalidas, dices, queda ese hoyo que ya no cuesta demasiado, ni se ve tan hondo como la murmuración de tu marca. 

viernes, 9 de diciembre de 2011

Resucitar las bestias

The golden beast by Qarrezel


No se da la muerte
            No se da

Pero el deseo muerto
un estímulo que hiede
a tu sombra
           
            Sombra de piernas quebradizas
            Lamento de ojos abismales
            con los labios que enmudecen y mudan lo entendido         
Los cabellos caen
                                       en
                                           picada
                                                   y
                                                   el tiempo a-sombra

A la orilla

Desentenderte de ti mismo
            De los otros
            De las bestias eres hijo
            ¿Cuánto más aislado de este reino?
                                   Porque obligado a seguir
                                               sin tomar la cicuta

            No se da en vida
                        este dolor incierto
           
No se da
            sino al final del suspiro
            Para la Caína o Dite
                        A tu sombra

                        Tus pies despegados
de los siete caminos
Luego el miedo
de los reparos
las voces
y los otros

Se da la descomposición en la cripta
la metamorfosis en la tierra
            e inicia el viaje
de los que deambulan arriba

            Pero en ti
El mar etéreo
no se da
           
Ni el descanso
            Ni el sueño

Todo el tiempo
desde tu partida
al momento en que has abierto los ojos
En la pérdida y las decadencias
            de ser
                 Reconcebido
Sin las preguntas
¿Ni las respuestas?
                       
La muerte
            La vida nueva
                                   No cedió
                                   a las sombras
Retrocedió al vacío que refleja
                      vacío

¿Qué eres, hijo espectro?
            Bestia
                     Negado al polvo.
                                   Despotricado.
            Bestia.
           
No se da tu muerte
            En el raudal natural
            del humo
            la sangre
            la bala
            el fuego
            el espejo
            las sales
            el grito
                       
En tu cripta
            apartado del deceso
                        Si no eres muerte
                                   El deseo muerto
Bestia


sábado, 19 de noviembre de 2011

Caín: de las averías.

Hands, by Alloronan


Por la garganta me han empujado a comerme un desierto, con sus dolores tenebrosos, el alcatraz oasis malsano una vida ausentada. Por la garganta no me encuentro, y con los ojos significo el a través infinito que cansa y consume, por la probabilidad del deterioro, la raíz plana en las insinuaciones de la estampa. Se acaba el sol por las trampas del signo, no tengo nada.
Luego cosmos en las sobras, mi alimento que se pudre con sobras brutas o el castigo por la muerte inhóspita del buen Abel. La sentencia grisácea de mis ojos cruel grisáceo, aquí me duele la existencia y las recolecciones de letanías y misterios mal estornudados. ¿Por qué un cuerpo deforme y marcado para un mundo de insustancia que no aprenderá de mis culpas nunca nada? Y la grasa asesina como las murmuraciones de vago viaje mundo en la presunción insustancial de las bellezas me juzga: camina. Pero ya no quiero. No quiero.
La forma de mis violaciones por la garganta perdieron ensueño sin los gozos de creerme rey insolente, señor sentencioso, ya desiluminé las tapias de toda mi senda desligada de los otros; cuando caen del cielo tus lampos de mieles eléctricas, ni su roce o la fractura de mis huesos con repujada piel calcinada me invitan a los deleites de un diablo condenado. Contigo el error filial y el resto de difamaciones con que corrompí las sombras a medios días y medías noches son tan grandes y corruptas como para yo aseverarme cansado de ser el detractor de tu reino.
Tan sólo hoy con lamer las heridas abiertas de un Cristo popular, me detuve oportuno en las sendas de la sed y el hambre eternos para decirme que ya no hay abismos en la perfidia y en el pecado, ni en la marca, ni en la marca ni en la falta o la osadía de jugar a la cáscara seca rumbo al triturador de basura.
Pero si éste no es el fin de la caminata inmortal, te grito al cielo ¡déjame, déjame heder en paz!

jueves, 17 de noviembre de 2011

El virus pernicioso de Dennis y la razón de un hombre siempre a la espera

Dark Rose by Lostknightkg

Pero incluso teniéndolo a él, yo no tenía nada, estaba aquí esperando a la nada. No esperaba a la muerte, sino a la discordia, al rencor y al mutismo de la gente. Cuando Dennis llegaba por fin y se acomodaba en el diván, por alguna extraña razón ya sólo encontraba deseo en sus cabellos largos y secos. Pero no a su olor, no a su sudor o a la locura de sus hormonas famélicas. A éstos no debía mi vida, ni les merecía un trozo de deseo. Él se había convertido, sin preverlo, en un despojo de la naturaleza de este consultorio, del Hotel Bella Muerte, del Shlomo's o del Circo. Y me dolía cuando de nuevo por 45 minutos hablaba sobre su muerte en vida, sobre su juerga corporal, o las peleas con su madre enferma. Allí era cuando me daba cuenta que yo siempre había estado esperando en una dimensión ajena a la de Dennis, ciego, sordo y anacoreta. Me iba a morir, me iba a hundir en el abismo donde me satisfacía ser un monstruo, un hombre sin camino, un hombre sin recuerdos más que una espera eterna para destruir los sueños de otro hombre. Y cabía la posibilidad de que ese hombre fuera precisamente Dennis: yo iba a deshacerme de su existencia porque de pronto, él me había vaciado de odio, de amor, y de deseo. Cuando me entregó su cuerpo, cuando sus nalgas se acaloraron bajo el calor de mis manos de bruto, o cuando mi lengua violó cada parte de sus abismos, me fue despojando de mi propio cuerpo, y con cada alboroto en este consultorio, o con un primer y un último jadeo, traspasó a lo que todos conocen como alma, y la enfermó con su propio infierno hasta corroerla. Y luego fui esto, un hombre que recobraba su lugar en la dimensión de la espera. Siempre, sin duda alguna, estuve aquí, a oscuras, esperando a la llegada de Dennis, esperando a que devorará mi cuerpo y mi alma, y mis ganas, esperando, aguardando al momento preciso en donde ni él ni yo pudiéramos seguir amándonos con la rabia del deseo, y sólo entonces, me pondría en camino a ese día en donde la única forma de encontrar un suspiro de tranquilidad, sería matándolo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Alejandro

Moon bi Eredel

Amor, sólo un segundo para transformarnos en la guerra del mundo,
un instante para cubrir los errores con el aroma de tus dedos a tabaco,
o un recuerdo por el que nos arrojemos al mar de la rabia.
En él nos hemos arrancado el espíritu,
allí quiero que me engullas con tu inocencia
y me destruyas
y me salives
y me hagas esclavo.

Sólo soy una huella de tus arranques,
el brillo lunar que delira.
Olor a polvo, caminante nocturno.
El universo se hace pequeño en ti,
soy, de nuevo, una bengala en tus olvidos,
y tú un potro que me envenena de amor dios.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Epitafio a Dédalo

Room by Gd08


Tú eres una poesía impura, silueta, sombra, abismo. Eres la maldición y el delirio del laberinto donde devoro mis ojos, extraviado del cielo. Tú me puedes como un deseo que no se apaga, tu memoria me consume. El silencio de tanto deseo. Un secreto, un instante, un murmullo desde el espejo. Tu fuiste mi vida, tan sucia, tan tristemente sucia, desesperadamente sucia, irremediablemente impura, cubierta de amargura, de sal, de la distancia de los tiempos, y demasiados universos impuros donde jamás, incluso si lo intento, te tengo.



Vous êtes une poésie impure, silhouette, ombre, l'abîme. Vous êtes la maladie et le délire du labyrinthe où dèvore mes yeux, perdu dan le ciel. Vous me lient comme un désir infini, votre mémoire me consumait. Le silence du désir tant. Un secret, un moment, un murmure du miroir. Vous avez été ma vie, si sale, si tristement sale, sale désespérément, irrémédiablement sales, couverture de l'amertume, le sel, et l'écart de temps, de nombreux univers impur, où jamais, même si j'essaie, je vous avez.


domingo, 30 de octubre de 2011

De las ansias


Emo boy, by Marcolinu

No levanto a la bestia del sol, ni juego con sus témpanos ojos. Ya no juro a la luna el murmullo de los faunos que transpiré por la axila mágica. Y sé que empuñar la espada entre los miedos del toro me dotan tan sólo de sangre y más ganas. Ahora con mi bravuconería no los veo más que pretextos y la burla de creencias ancianas. Ya me solté, me solté todo como el chorro nuboso garras de puma indomable, y no tengo riendas más que la adolescencia del mundo.
Estoy en la carencia de lianas hecho el trozo desgarrado: y corro como el rey de las barrancas a las que no veré enemigas. Saltaré para incapacitarme a la moralidad de los hombres, y cuando emerja tierno en las muertes esporádicas, no tendré más que alas para volar en los cielos de la uña con carne.
Yo huyo incompleto a la búsqueda de mí mismo, yo salto al abismo en las sombras del paraíso. ¡Cuán poderosa luce la daga! ¡Cuán animosa tu sangre palpita! Búsqueda del templo y locomoción de las cóleras, el arrebato por comer al hermano envuelve cadencia a las horas. Que bramo de perro que torvos mis ojos quebrados de vacío. Hoy ciego, mañana redimo el puño asesino. Que no importen las rimas en el verso de la insustancia, que gobierne en mi espejo el destierro del siervo inaudito. Es que hoy en los efluvios de ladino, inicuas las mañas de un sereno. Estos son los tiempos del hombre, la emulsión del desgaste y las ansias, cuán exorbitantes las ansias que se regurgitan en el desvelo y las vergüenzas que se niegan al surgir la necesidad por apartarse del paraíso, y hacerse de los secretos divinos.  

sábado, 29 de octubre de 2011

Pepe

Boy by Fogke

Recordaré siempre, que estabas a la venta. Esperabas, con las ruinas del circo detrás de tu espalda, aguardabas sentado, contemplando el cielo negro y frío. Te había divisado haría un año en el pasado, no mucho tiempo. Siempre imaginé tus besos, tus caricias y tu aliento. Pero entonces todo pintaba imposible, hasta esta noche cuando descubrí, que estabas a la venta. Y fue así como me comí tus labios carnosos, rojos, ensalivados: pero no los comí con mi boca ni los tenté con mis manos, sencillamente, posé mis ojos en aquella maquina seductora que me sorprendía, porque no era natural, o más bien algo común, el encontrar esa clase de labios en un bazar de golfos. Y sin embargo, los tuyos al menos se dejaban arrancar por esta mirada enferma de soledad, y salvaje por las ráfagas del viento helado. También tus ojos tenían algo de celo, sería tu propia bestialidad, o un dejo de curiosidad por destruir tus escrúpulos, una osadía en la que dejarías libre, totalmente libre a tu cuerpo, y no otra vez le pondrías cadenas. Así entonces viniste a mi casa, Pepe, con aprensión de este mundo nuevo, con la duda y ya la ausencia de ti, pero, cómo puedo aventurarme a deducirte desmundado, quizá viniste entero, realizado. Quizá, con tu cuerpo, con tu espíritu y con tus ganas, viniste, tomaste el dinero, y te entregaste a mi falta, esta que pica tanto, que me empuja al barranco de la carne, y me quita tanta cordura como sentimientos. Pepe, nunca te vi ausente, siempre te vi decidido, no me contradigo: podías, si dejaba el tiempo, cumplir deseos, porque deduzco, tú eras parte del circo en ruinas, una piedra esencial de su holganza, incluso el sudor de sus esclavos. Por eso viniste a mí, pues de alguna forma me pertenecías. Con el dinero en tu bolsillo, te dejaste en mi boca, rígido y sin fallas. Tú cuerpo, por supuesto no era perfecto, no estaba trabajado con un cincel de hierro, pero, me atrevo a decir, tu cuerpo era mármol en bruto que podía pulirse con una lengua y ser definido con las yemas de unos dedos correspondidos. Era más seductora tu carne certera, tus tetillas dormidas, tu vientre inexacto, tus nalgas enhiestas que se presumían deseadas. Con caricias, a veces mordías, a veces gemías, y a veces te empujabas a mí, entregandoteme, presumiendoteme, indicandoteme. Y yo te comía el alma, y tú venías a mi cuerpo y te le rendías, como si supieses que eras mío, como si más bien quisieses enterarme de tu existencia en mi pasado,  por eso me diste más tiempo del acordado, y te insinuaste sobre mi cara convirtiéndome en el solio del David, un suave pasillo que imprimió la sed de mis arrojos. En verdad, en verdad fue bueno recomponer nuestro encuentro y ultimar la partida: cuándo vuelva a hundirme en tus adentros, cuando vuelva a cenarte, cuando vuelvas a ser el invitado secreto, quiero que bajes del cielo, y me desgarres del mundo con el murmullo de tus pasos, con la sonrisa de tu cara de augusto, y la nada efímera voz de tu cuerpo protegido por la verdadera naturaleza de tu belleza de puto.

jueves, 27 de octubre de 2011

Sigo contigo muerto

Whit these hands, by Messa

Mi amor por ti, es una poesía impura.
Un nombre apagado,
un rostro infausto a destiempos.
Cómo me acaloro aún por tu mirada de fiera,
sin dejar de morirme, aquí, siempre lejos.
Aquí, siempre faltas.
Eres una venganza, una soga, un desdén.
Mi amor por tu universo, es el suicidio 
del resto de mis sueños.
Pero no te quiero dejar,
no me marcho de tu ausencia.
Sigo amargo, adicto, incorrecto.
Soy todo un error para el mundo
desde aquella vez en que jamás nos pertenecimos.



lunes, 10 de octubre de 2011

De la miseria


Romantic misery by Buffnstuff


De tus ojos vacíos al vaso medio lleno, de la luna que decrece y un árbol abrasado por los cuervos exigidos: es la culpa. Justo como los cobres hurtados que ya han despotricado las ataduras del agua. Corre, la lluvia te erosiona por dentro, reo de insatisfacciones. Con las sales que han tatuado rasguños en tu celo, o la persecución de la que no has salido librado. Desde el puente se lanzaron las fuerzas y me quedó un vacío de taquicardia inhumana. Aún duele la noche de resaca cuando los diezmos por factura me escupieron maleficios. Siempre por la mañana te muerdes la lengua y le lloras al espejo, incomodo de ti, sucio de retina, ardido junto a la culpa y vago por conformidad de vetusto que se muestra etéreo frente al teatro de urracas san luisinas. Qué lo digan, ¡imploro que lo digan! ¡Deforme mi corazón cantimplora de porquería marina! Me baño con los gemidos luminosos de las luciérnagas en la plaza rosada pero no me alivio de golfo y desierto. ¿No es eso?
Paulatinas las execraciones en el imperio de los poros de mármol, por castigo celeste he ido y venido al infierno con callejuelas sordas a las suplicas de un cordero negro. Además me busco siempre en la mascara de lobo, por más que mi carne podrida en las sinfonías del desamparo. ¿Tengo remedio, Naná? ¿Voy a curarme, Santa? Contigo fiera Lilith me sucedo por vampiro en suplicios de sorbedores malogrados.
Pero no. Nunca en el encuentro, y nunca en el encuentro, por nada el calor a tus motivos que rechazas espinoso. Te desgarra ser fugaz como la mosca y los molestos óxidos de la manzana prohibida: cómo duele ver su corazón sin semilla y la fealdad en el esqueleto que has consumido a mordidas, sin saciarte en su limbo o la expulsión de atrevimientos en cada pluriverso transpirado.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Circus


Imagen: Circus, by Sidiuss

Una noche de marzo de 2010, después de la orgía poética

Me encantan las lluvias de marzo, recomponerme denso en los murmullos desatados. Yo soy de las ocho culebras el más ceremonioso que abre la boca de abanicos. Me encanta, ¡ah me ha drenado la saliva y el deseo puro! Bien supe que en la selva de sus cuarentamil seis bambúes forasteros, fieros, coloros de tul buey, podía perderme pellizco como cada vez que hiciste mua, pmuch, gsss, ahh. ¡Quiero del cielo caído en la cama de conejos! Quiero con tus manos encontrarme en las sales marinas de tu bestia delicada. Me pierdo, me sigo perdiendo al subir al bajar por seis emperadores ideales, por doce guajes bien servidos. En la arisca montura me sublevo a la montaña y sorbo inocuo la peculiaridad desalineada de un buen pavo. Suave miel en tu paladar, ora agria sepultura en los movimientos de Augusto para los campos grados de la nueva Roma festejada, ampliada para ti, remojada en charcos de droga, sed y correría. Luego te veo y me aflijo a tu espalda, y surco en dedos el ejido de los que aman a las mariposas. Todo en marzo cuando me gusta el mordisco. Yo la hija de los perros que cenarán esta noche corazón de agave, chamorro de rusa y el orificio con fiebres rojas. Que se vaya el aliento, que se vaya el hijo bueno, ya no regreses nunca tranca enlamada; te has hecho vieja e innecesaria, hoy con simpleza la granja se atiene a las leyes de una botella jugosa: jugo de todos y polvo de auténtico pasillo, en éste nos tomaremos las manos resbalosas y de paso a paso un colibrí de cadmios aromas tonos al paso de la tarde noche dirá: “bienvenidos al circo de los infieles, plebeyos, gozosos y potrillos”. Por ello cuando truenen tus dientes contra la cordura y la decencia, sabré que no otro día dejaré de ahogarme en la vanidad de todas sus pasiones bellas, mis amigos.
            Y no porque otros lo digan, nos creeremos seducidos por los fuegos. Más bien, por los pellizcos de ombligo poeta y los seis labios seis veces exprimidos a chorro de buen cirquero evaporado.
Y junto al castigo, la indecencia privada que se quedará en cama, solamente, en cama, el circo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Caída

Imagen: Autum eyes, by Citrusfrukt


No quiero morir en otoño.
No puedo caer así, descascarado,
despojo,
hojarasca,
silueta.

Me niego, inaudita naturaleza,
a caer en el barranco,
el profundo e infinito barranco
de tu vejez,
y tu quebradiza
manía alienante.

No quiero, no puedo, ni debo
prestarme a las tintas surrealindas
de tu ocaso,
ese que en la tierra llaman otoño.
Pero no es cierto,
te llamas bruma.

En ese océano de niebla espesa
hace años que no me encuentro,
pero aún recuerdo
como me destruía en la agonía
que me provocó fundirme
en la necedad de tu muda.

martes, 13 de septiembre de 2011

Insomnio

Imagen extraída de Google, tag: Negro


...fuente inagotable de dudas
Mi ego se altera
mientras no duermo
La imposibilidad
se acidifica aquí en el tracto
Es la nausea
la rabia
el desencanto
Todo o nada
Pernoctar es cosa del diablo
Esta noche en vela
definitivamente es un mal paso

viernes, 29 de julio de 2011

Arrojos

Milk, by Romio

Cada que me como con las manos
me arrojo al mundo.
Escapo con la impaciencia infinita de los caleidoscopios,
me torno en agua de mar
y soy la viscosidad de mil dioses en fermento,
significa eso,
claro,
que me estoy viniendo
en arrojos de gloria abrasante,
o vorágines de un amor narcisista
que no se apaga hasta desprenderme de mí
con pequeños atisbos de fiebre.


martes, 19 de julio de 2011

Laberinto

Moon, by Wolfroad

Estoy enfermo de nostalgia,
incompleto por tus palabras, tu existencia, tu intermitente existencia.
Estoy hundido en el océano,
estoy ausente en tus recuerdos,
estoy enfermando de pasiones muertas,
estoy inflamándome  de escepticismo.
Porque tu simple existencia, tu insidiosa existencia,
fue un castigo infernalmente celestial
con el que me condené a ser esclavo
de sueños en los que no nos encontramos,
o metas en las que nunca soñamos.
Estoy enfermo de laberintos,
laberintos de melancolía,
y tu hermosa existencia, en alguna parte del limbo.

martes, 12 de julio de 2011

Quisiera

Chained by Miss Deathwish

...abarcar todo tu mundo con un sólo suspiro,
existir en tu aliento con un sólo pensamiento,
extinguir tu pasado con una inocente adicción a mi cuerpo,
impugnar tu ignorancia de mí con un cruce de miradas,
aliviar esta carencia de ti con una certidumbre de carne y celo.

Con ello bastaría para reencontrarnos en una vida en que jamás existimos para no existirnos,
sino tan sólo para no volver a estar solos,
sino más bien con este obsesivo deseo,
de satisfacer un quisiera.

lunes, 4 de julio de 2011

Iridio

A girl an her ocean by RawPoetry

Conocí a una chica que se llamaba Iridio,
de ella aprendí a atormentarme con el placer de las mentiras.
Me enseñó a paladear con la lengua
el gusto irónico de las espinas,
a desconocerme del espejo
y a deglutir mis osadías
a masticarlas luego
cual goma de mascar
a transformarlas entonces
en las vorágines donde olvidar.

Olvidar, todo lo que tengo,
en intercambio a todo lo que te he dado,
por medio de esas tantas mentiras.

De hecho hoy nada ha pasado,
pero con tanto masticar esa goma,
he aprendido a llevar el ritmo de todas esas
áridas y sedientas lágrimas de arena

Lo cierto, es que nunca conocí a una tal Iridio.

sábado, 18 de junio de 2011

La huida

Stairway to heaven by Crilleb50

Levanta el vuelo,
pájaro que das cuerda al mundo,
de mi locura no te ates,
con mis miedos no te quiebres.
Levanta el vuelo,
ahora es tiempo,
para partir de este abismo oscuro,
por donde te ha capturado el diablo.

sábado, 11 de junio de 2011

El lamento de Boolay

Y cuando viose perdido bajo el nebuloso clima del bosque negro, gimió sin remedio, exhausto y sangrante, y con su último aliento de consciencia dijo:

"¿Quae utilitas in sanguine meo, dum descendo in corruptionem?"

Salmos, 29:10

jueves, 19 de mayo de 2011

Falso esplendor

Magic Grass by Eredel


No he podido ser poeta
Tengo un transtorno de carencia
A veces solamente permanezco aquí,
Mudo y obsoleto con mis ideas
Descompuesto por tantas palabras
A las que les tengo tanto miedo
Es por ello que al salir
Ni siquiera alcanzan a ser marañas
Son recuerdos
Polillas y espìritus de polvo
Al batir las alas
Una a una se suicida aquí en mi pecho

sábado, 14 de mayo de 2011

Fragmentos: el reloj suizo de Dennis

Dennis llegaba a mi consultorio con quince minutos de retraso. Ahora estaba portándose bien el chico, un año atrás, de manera compulsiva, había comenzado las delaciones como un reloj suizo, los retrasos exactos comenzaron de 5, para tornarse a 10, a 15, a 20... Hasta llegar, irremediablemente, a los 45 minutos, cuando su sesión concluía y yo tenía que atender al viejo Gómez. Fue cuando no volvió jamás a terapia, porque indudablemente ese reloj que dictaba sus retrasos, no tenía más minutos para derrochar. Seguramente ahora, ese estúpido reloj había vuelto a tener cuerda, y por eso, con sus ojos cansados e inyectados en sangre, venía a mí, se acomodaba en el diván, y comenzaba a narrarme esas disparatadas historias de cuando fue reclutado por unos chicos que mantenían un prostíbulo al que llamaban el Circo de Judas...

No tenía duda de que se burlaba de mí, solamente de mí, no de mi torpeza y mi amargado sentido del humor. Comprometía sus historias eróticas con un juicio delirante, como si exagerarlas me desarmasen de celos. Lo cierto, es que entre más las adornaba, más quería seguir escuchándolo. Yo cerraba los ojos, y escuchaba su voz promiscua e inestable, y me sumía tanto en aquellas historias, que ni los tonos más bajos que salían de su boca cuando había que revelarme detalles incómodos podían hacerme temblar de rabia, ni incluso los estridentes cuando tenía que presumirme ser el culo más importante de todo el Circo. Yo, sencillamente terminaba inmiscuyendome en el encanto que significaba para mí el tenerlo de nuevo en ese diván, desposeído tras su temporada de libertinaje, y sabía, que era mío, y de nadie más, tan sólo esos cuarenta minutos de terapia, cuando el no dejaba de hablar, y cuando yo, al abrir de nuevo los ojos lo contemplaba en su complejidad de hombre perdido. Y quería poseerlo, doblegarlo como hacía un año, cuando Dennis se tumbaba en el diván y me dejaba acariciarlo bajo la resolana de la tarde, cuando él no tenía mucho que decir, razón por la cual aprovechábamos el tiempo haciéndolo sin ropa alguna en el centro del consultorio... Aquellos días había aprendido a adorar sus silencios para preceder al sexo. Pero ahora, con todo, podía conformarme con escucharlo y remitirme a no hacer absolutamente nada, que no fuera cerrar los ojos e imaginarlo desnudo, sin nada más que su absoluta necesidad de ser mío.


lunes, 2 de mayo de 2011

Del nudo en la garganta

Protector of th forest, by Sakimichan

Mi amor por ti, es una poesía impura
Cuanto más te sueño, este nudo en mi garganta empeora
es una enfermedad crónica, el no tenerte
y ya no puedo seguir fortaleciendo mis sueños por alcanzarte
en este barranco deshidratado por tus vahos etéreos
por tu persona intangible
y todo este mundo que se decanta en los mares imposibles

Y yo no sé
si con tu existencia de mis ilusiones viciadas
me  aferró por loco
o me quedo a oscuras en un mundo desolado
O tan sólo sin ti
O tan sólo sin mí
O tan sólo para siempre solo
soñando despierto




jueves, 21 de abril de 2011

Ausente de ti, (desde un principio)



Imagen: Suffocate me, by Edgard82

Me quedo con las mentiras del silencio,
me quedo con la ilusión de no tenerme,
me quedo con este sabor a cenizas de sueños,
me quedo con las falsas garantías de esa promesa,
me quedo con todos los gritos en cama
y las otras voces que irónicamente nos ataron al olvido.
Me quedo con tu traición, tu apatía y tu obsesión,
me quedo con este miedo que con tu aliento agranda.
Me quedo con tu sobriedad incauta,
con tus lágrimas de fuego
y el insulto de tus insatisfacciones.
De ti me queda un nuca más,
un ya no quiero, no puedo, no lo deseo.
Y aunque tú hoy no puedas olvidarme,
de esto que estropeaste con tu juego a la muerte,
me dejas ausente de ti, de tu recelo, de tu recuerdo.
Me quedo con todas las mentiras obligadas,
con los escenarios de viento,
me quedo en el teatro de la misericordia a mí mismo,
que es también el reflejo de tu engaño.
Me quedo con cientos de palabras atoradas en la garganta,
cada vez que tú con el dedo me señalas
y me llamas cólera, ciego, abismo.
Me quedo con la sensación de haberme arrancado por la fuerza
de tus brazos y espinas,
con la espalda quemada y un brazo perdido,
así de cruel fue alejarme de ti.
Me quedo con un nudo en la garganta por una pérdida obligada,
y la inocencia interrumpida,
contigo me hice monstruo, contigo me aventé a vagar sin rumbo.
Por eso me quedo solo,
y con la certeza desde un principio
de que tú no eras..., nunca fuiste
verdadero.
Y yo no soy un títere para aliviar tu soledad con el mundo.

lunes, 18 de abril de 2011

Morada oscura


I magen: Adam's story  by  Jxkingdoom


Me encarno en tu piel partida al asumir la humedad de mi lengua en la concavidad de tu más oscuro amuleto. Ha valido la pena caer en este abismo adictivo, del que no soy víctima, sino victimario. Al fundirme en la salinidad de tu pecho, no me arrepiento y sigo cayendo hacia lo más inhóspito de tu cuerpo. En la oscuridad sucedemos como dos vahos de aliento que se separan y se unen en intervalos universales, infinitos. Nuestras manos, nuestros años, suceden en los remolinos del infierno transpirado. Este sudor, este colapso bucal. Y nuestros miembros semejan al mercurio: un liquido constante que se une a empujones, que se altera a candores, la alquimia preciada del sabor eterno. Somos un aullido prohibido, que sucede en secreto. Y cuando más me interno en la vacuidad de tu alma partida, más de mí exiges, más exhalas, más me asfixias entre tus dos murallas. Allí me pierdo, abrumado de ti, allí me impongo, allí quiero construirme una vida, drogado de tu aroma, de tu estrepitosa llegada, de tu salina caída. Pero no puedo sino un instante viajar a tu aliento, en los soslayos de una mordida, de un beso tuyo, de una voz cautiva. Entonces despierto, despiertas..., pero nos miramos un último instante antes de deshacernos en el vapor del deseo. En medio de esta oscuridad que hemos hecho dulce, se destensa nuestro pasado, cualquiera de los hechos que nos han traído a este calabozo de fruta prohibida. Me murmuras, te murmuro, cae el cielo. Te contemplo una última vez, recordando mi arrojo al comerme tu carne, al impregnarme en tu axila, al socorrerme en tu boca, al asirme a tu espalda, al morirme y revivir en tu bella muerte en vida... Y cuando ya las tinieblas han vuelto a ser crudas, ya toda la fiebre se ha disipado.


  

martes, 12 de abril de 2011

Sueños dormidos

Imagen: Hey there, bug eyes, by Hiido

Tu voz fue una puñalada insípida
era falsa
NO LO ERAS, NO ERAS
debí saberlo
debí intuirlo
Pero la vida es sueño...
La vida es sueño
En ellos aún conservo la esperanza
de ENCONTRARNOS.
Hoy de ti estoy incompleto.
Hoy de ti estoy incompleto.
De tu llegada,
de tu partida,
Pero la vida es sueño.
No me canso de soñarte.
No me canso de sudarte una vida
con lágrimas
jadeos
ardores
te amos te quieros
y espinas...
ESPERO,
A TI TE ESPERO.


De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo