martes, 27 de septiembre de 2011

Caída

Imagen: Autum eyes, by Citrusfrukt


No quiero morir en otoño.
No puedo caer así, descascarado,
despojo,
hojarasca,
silueta.

Me niego, inaudita naturaleza,
a caer en el barranco,
el profundo e infinito barranco
de tu vejez,
y tu quebradiza
manía alienante.

No quiero, no puedo, ni debo
prestarme a las tintas surrealindas
de tu ocaso,
ese que en la tierra llaman otoño.
Pero no es cierto,
te llamas bruma.

En ese océano de niebla espesa
hace años que no me encuentro,
pero aún recuerdo
como me destruía en la agonía
que me provocó fundirme
en la necedad de tu muda.

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De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo