lunes, 4 de julio de 2011

Iridio

A girl an her ocean by RawPoetry

Conocí a una chica que se llamaba Iridio,
de ella aprendí a atormentarme con el placer de las mentiras.
Me enseñó a paladear con la lengua
el gusto irónico de las espinas,
a desconocerme del espejo
y a deglutir mis osadías
a masticarlas luego
cual goma de mascar
a transformarlas entonces
en las vorágines donde olvidar.

Olvidar, todo lo que tengo,
en intercambio a todo lo que te he dado,
por medio de esas tantas mentiras.

De hecho hoy nada ha pasado,
pero con tanto masticar esa goma,
he aprendido a llevar el ritmo de todas esas
áridas y sedientas lágrimas de arena

Lo cierto, es que nunca conocí a una tal Iridio.

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De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo