A girl an her ocean by RawPoetry |
Conocí a una chica que se llamaba Iridio,
de ella aprendí a atormentarme con el placer de las mentiras.
Me enseñó a paladear con la lengua
el gusto irónico de las espinas,
a desconocerme del espejo
y a deglutir mis osadías
a masticarlas luego
cual goma de mascar
a transformarlas entonces
en las vorágines donde olvidar.
Olvidar, todo lo que tengo,
en intercambio a todo lo que te he dado,
por medio de esas tantas mentiras.
De hecho hoy nada ha pasado,
pero con tanto masticar esa goma,
he aprendido a llevar el ritmo de todas esas
áridas y sedientas lágrimas de arena
Lo cierto, es que nunca conocí a una tal Iridio.
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