jueves, 29 de septiembre de 2011

Circus


Imagen: Circus, by Sidiuss

Una noche de marzo de 2010, después de la orgía poética

Me encantan las lluvias de marzo, recomponerme denso en los murmullos desatados. Yo soy de las ocho culebras el más ceremonioso que abre la boca de abanicos. Me encanta, ¡ah me ha drenado la saliva y el deseo puro! Bien supe que en la selva de sus cuarentamil seis bambúes forasteros, fieros, coloros de tul buey, podía perderme pellizco como cada vez que hiciste mua, pmuch, gsss, ahh. ¡Quiero del cielo caído en la cama de conejos! Quiero con tus manos encontrarme en las sales marinas de tu bestia delicada. Me pierdo, me sigo perdiendo al subir al bajar por seis emperadores ideales, por doce guajes bien servidos. En la arisca montura me sublevo a la montaña y sorbo inocuo la peculiaridad desalineada de un buen pavo. Suave miel en tu paladar, ora agria sepultura en los movimientos de Augusto para los campos grados de la nueva Roma festejada, ampliada para ti, remojada en charcos de droga, sed y correría. Luego te veo y me aflijo a tu espalda, y surco en dedos el ejido de los que aman a las mariposas. Todo en marzo cuando me gusta el mordisco. Yo la hija de los perros que cenarán esta noche corazón de agave, chamorro de rusa y el orificio con fiebres rojas. Que se vaya el aliento, que se vaya el hijo bueno, ya no regreses nunca tranca enlamada; te has hecho vieja e innecesaria, hoy con simpleza la granja se atiene a las leyes de una botella jugosa: jugo de todos y polvo de auténtico pasillo, en éste nos tomaremos las manos resbalosas y de paso a paso un colibrí de cadmios aromas tonos al paso de la tarde noche dirá: “bienvenidos al circo de los infieles, plebeyos, gozosos y potrillos”. Por ello cuando truenen tus dientes contra la cordura y la decencia, sabré que no otro día dejaré de ahogarme en la vanidad de todas sus pasiones bellas, mis amigos.
            Y no porque otros lo digan, nos creeremos seducidos por los fuegos. Más bien, por los pellizcos de ombligo poeta y los seis labios seis veces exprimidos a chorro de buen cirquero evaporado.
Y junto al castigo, la indecencia privada que se quedará en cama, solamente, en cama, el circo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Caída

Imagen: Autum eyes, by Citrusfrukt


No quiero morir en otoño.
No puedo caer así, descascarado,
despojo,
hojarasca,
silueta.

Me niego, inaudita naturaleza,
a caer en el barranco,
el profundo e infinito barranco
de tu vejez,
y tu quebradiza
manía alienante.

No quiero, no puedo, ni debo
prestarme a las tintas surrealindas
de tu ocaso,
ese que en la tierra llaman otoño.
Pero no es cierto,
te llamas bruma.

En ese océano de niebla espesa
hace años que no me encuentro,
pero aún recuerdo
como me destruía en la agonía
que me provocó fundirme
en la necedad de tu muda.

martes, 13 de septiembre de 2011

Insomnio

Imagen extraída de Google, tag: Negro


...fuente inagotable de dudas
Mi ego se altera
mientras no duermo
La imposibilidad
se acidifica aquí en el tracto
Es la nausea
la rabia
el desencanto
Todo o nada
Pernoctar es cosa del diablo
Esta noche en vela
definitivamente es un mal paso

De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo