martes, 22 de febrero de 2011

Asfixia

15, by Y5Y6

A mi amado Príncipe Eléctrico.

Mi amor por ti es una poesía impura.
Me asfixio en el dolor de tu pasado,
y ya no sé, si algún día acudirás a mí.
O seremos sangre y polvo
o desdicha arraigada.



Siempre recordaré esa mañana nocturna cuando tus ojos se encontraron con los míos.
Aquella mañana una parte de mí se quedó en ti, y de alguna manera, te
entregué mi destino. Pero entonces, no sabía cuán doloroso ya había sido el tuyo...
Me quedo vacío de sólo pensar que sufres sin descanso, y que, en las sendas del diablo,
puede que no haya un futuro para ambos.
Cometí la estupidez de querer una vida a tu lado.
F... Hermoso F.
e.p.d.

lunes, 7 de febrero de 2011

Epítafio del hipócrita

Bleeding Eyes, by Kiss0Of0Death

Al anochecer se desvelan las bestias, trabajan
trepanan los descaros, de ellos se alimentan
Son como demonios, las noches y las bestias
confabulan contra nosotros, los olvidados
nos disponen al insulto, al ultraje y al egoísmo de los bautizados

Las bestias con la luz de luna recrudecen las traiciones
Su luz lastima tanto como el hedor del ermitaño

Cada vez que anochece, yo me guardo de mí mismo
soy una de esas bestias
Me temo tanto que me desconozco
Y he llegado a odiar tanto la complicidad de las noches
que ya no tengo otro refugio que hundirme en el espejo
y gritarle al narcisismo de mis almas
o vaciarme de tanto veneno
Pero me trepano el corazón de la cabeza
me humillo ante la posibilidad del engaño
me expongo en cueros al látigo de Minotauro

Es que aún creyendo en la cura
con estas vagas ilusiones no engaño al cielo
No puedo dejar de ser bestia
ni de tratarme como perro

Al anochecer me brotan las tormentas
con cada uno de mis descompuestos vicios
Mis pies inician un viaje al abismo
Mis ojos disgregan las reglas
El cuerpo que poseo transmuta en espanto
No puedo dejar de arrebatarme a las llamas

Duermevela enferma por mi obra fría
no tengo otra cosa más que estas garras
no veo nada más que a la noche fría
y muero, con las manos frescas, en mi propia guerra
en la supuesta inconciencia
de hacerme daño
o en la más certera de las virtudes defectuosas
que es saber cuánto dolor poseo aquí adentro
y cuánto más puedo ser cabrón, bestia
para dislocarme a mí mismo
con el candor de mi fiereza
o la amargura que me ha doblegado
los días, las noches, las horas, los años
importándome sin importarme
para temerme tanto
como si esa bestia que se guarda en el espejo
fuese más inteligente y poderosa
que mi inocencia, mi extraviada inocencia


De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo