martes, 29 de mayo de 2012

Las violetas son pasiones desvalidas

Liar by ShadoW-57

No sé.
No sé:
no sé.
No puedo.
No sé.
No encuentro las...
No sé.
Ya había nacido sin riendas.
Te enamoraste de este desatado.
No sé. No sé. No sé.
Dímelo tú, con tu silencio,
con todo lo malo que te he hecho
y todas las veces que te he engañado.
Pongo mi verga azul en un caldero
y con mi semen hago magia
como una bruja que es puta
o una puta que hace magia con el culo.
Pero no sé.
No sé.
No entiendo.
Recuerdo cómo es hacerte llorar,
cuánto disfrutas que te haga doler.
Te gusta perderte en mí
y enfermarte de fiebre con mis ojos de hielo.
Y no sé.
No.
No te temo.
Me temo,
me voy,
me voy lejos.
Ya no sé un carajo de este cuerpo sin el agobio de las cadenas.
Olvidé cómo hacerme el amor
porque me hundí en tu existencia para hacerte, amor.
Y ya no tengo ojos.
Por eso no sé si la culpa o el odio.
Por eso te digo.
O me fundo en el viento,
en el sudor
y en la saliva.
Otros dirán que lo sé todo
y me temo.
Sí.
Lo estoy haciendo.
Pero no sé
cuándo me dejé en los placeres ciegos:
y me hice un potro
de todos los putos en el mundo.
No, en verdad te digo
que no sé.

Bastardo.

Un día más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De momento

"A su hermano Blanquet no lo había vuelto a ver desde el accidente en la selva. Todavía soñaba con él, y con la cara de lobo de su padre. A veces, seguían corriendo los tres por la selva, con la respiración agitada, buscando un sendero diferente que desfigurase el rostro de su cruel destino. Pero siempre caía, y veía a su padre seguir la huida sin girarse siquiera una vez, o reparar en su ausencia. Al menos, siempre estaba Blanquet muriendo a su lado, desprovisto de realidad pura, tan sólo un recuerdo, y punto. Yaykobu soportaba las ganas por llorar por esos sueños malditos, o por Blanquet, a quien había traicionado en la huida, dejándolo morir a solas. Simplemente ya no podía hacerlo."

Off days: Los días del abandono
"Son dos hombres que se aman sin el límite de la gravedad: su libertad en los abismos más intensos de la pasión, los llevará, sin duda, a perderse en la levedad de sí mismos. Entonces, un día sin nada que ofrecerse a cambio, para aliviar sus vacíos alguno matará al otro. Porque su sudor y su hambruna de deseo, son pasiones desvalidas..."

Mercurio de las Voces y el Deseo